Todos hemos escuchado de personalidades que son famosas por sus logros. En la informática Bill Gates (Microsoft Corp.), en innovación Steve Jobs (Apple Inc.), en optimización de la cadena de valor Michael Dell (DELL Inc.), en diversificación de sus empresas Carlos Slim (Grupo Carso), en crecimiento geográfico Sam Walton (Wal-Mart) y muchos otros más. Es más, el vecino que tiene la tiendita de la esquina, también lo podemos incluir, pero….. ¿por qué?
Bien, ¡vayamos al grano!. Todas estas personas que he mencionado y muchos otros directivos y gerentes con los que he tenido oportunidad de conversar, no han llegado a tener la responsabilidad que tienen por obra divina, suerte, destino o como le quieras llamar. Todos ellos ahora ocupan el cargo que tienen por la experiencia que han tenido a lo largo de su carrera profesional. Esto no quiere decir que todo aquello que han aplicado les ha resultado. A decir verdad, por cada logro que han tenido en su carrera profesional han tenido muchos fracasos atrás intentando alcanzar su objetivo. La diferencia entre muchas personas y ellos, es que estos último tienen una perspectiva muy diferente al fracaso. ¡Cada que fracasan, sonríen! =)
Sé honesto contigo mismo, ¿cómo reaccionas cuando las cosas no te salen a la primera?, posiblemente lo vuelvas a intentar; pero, ¿y si en esta segunda oportunidad no te vuelve a salir?, Okay…. ¡La tercera es la vencida!. Y como resultado nuevamente no vuelven a salir las cosas como esperabas. Es ahí cuando muchos deciden “tirar la toalla”. Y es precisamente en ese momento cuando existe la gran diferencia entre las personas que logran su éxito y las que no lo hacen. Las personas que han desarrollado un carácter, han aprendido que el fracaso no es más que una lección que ayuda a forjar experiencias y con estas seguir intentando nuevas maneras u otros proyectos. Lamentablemente todas las personas exitosas que conocemos cuentan la forma en que alcanzaron su logro; más pocas son las que dicen cuántos fracasos hay atrás de esos logros.
La moraleja es, sigue intentando proyectos, estrategias, propuestas, etc. esperando fracasar muchas veces antes de cualquier logro. (Pero no seas tonto, reflexiona y aprende del por qué no funcionaron) Así, podrás ser como los grandes líderes y directivos que conoces. Estos fracasos forjarán tu carácter y mientras más fracases, más experiencia tendrás y más asertivo serás en el futuro.
Por cierto, ya perdí la cuenta de cuántos fracasos he tenido en mi carrera profesional, pero seguimos en la batalla para llegar a la cima. =)
Espero y este mensaje te sirva para tu crecimiento como persona y profesionista. Te envío un saludo desde el norte de México. ¡Sigue fracasando y nos vemos en la cima! =)
