Muchos autores han utilizado diferentes maneras de hacerte comprender cuál es la razón por la que aún no has alcanzado tus metas. Algunos te hablan de motivación, otros de la falta de conocimiento o experiencia, otros incluso se atreven a mencionar problemas sociales o de tu entorno. La verdad y única razón por la cual todavía no has alcanzado tus metas es por la siguiente razón.
“NO HAS QUERIDO HACERLO”
Guarda un minuto de silencio y reflexiona; en esta ocasión no tienes que inventar cualquier excusa para quedar bien con alguien más. Es momento de ser honestos contigo mismo. Realmente no has alcanzado aquello que tanto has anhelado por la simple y sencilla razón que no tienes una meta definida y mucho menos has querido esforzarte por lograrlo.
Lamentablemente, pareciera ser que el ser humano está programado por querer obtener las cosas de una forma fácil y sin el más mínimo esfuerzo.
Sin duda alguna, todos hemos escuchado la famosa historia de Thomas Alva Edison y sus innumerables intentos por hacer la bombilla eléctrica (mejor conocida como “foco”) hasta lograr encontrar la forma adecuada de construirla. Aún así, nuestra capacidad para entender esta historia pareciera que es un problema para alumnos de “Harvard University” o “Stanford University” que tienen prestigio de tener un alto índice en su coeficiente intelectual. ¡Bien, no seré tan rudo!, te lo diré de la siguiente manera.
Cuando tenías 8 años y una noche antes del 25 de Diciembre, fecha cuando llega Santa Claus a dejar tu regalo, seguramente eras de los primeros que te levantabas de toda tu familia para buscar tu(s) regalos. O bien, cuando eras niño y querías algún juguete o dulce mientras paseabas por la calle con tu familia, de cuántas maneras se lo hacías saber a tus padres hasta que lo lograbas. Muy seguramente llorabas, y hasta que pareciera que te subían el volumen para que escucharan todos y todavía uno que otro berrinche en el suelo finalmente lograbas que te compraran el dulce.
¿Te has preguntado qué era lo que te hacía levantarte temprano a esa edad para buscar tus regalos, a pesar de desvelarte en familia una noche anterior?, O bien, ¿por qué buscar infinidad de maneras para que tus padres te compraran el dulce o juguete en la calle?. Definitivamente a esa edad a los 8 años o menos, inconscientemente te habías fijado un objetivo. ¡Si, exacto, una meta! En el primer caso, tu objetivo era levantarse temprano porque querías jugar con tus nuevos juguetes. En el segundo, tu objetivo era que se te comprara el dulce. En ese entonces no te importó levantarte a pesar de estar desvelado o bien, en el segundo ejemplo no te importó tirarte al suelo a patalear y ensuciarte y hasta uno que otro golpe de tu mamá o papá; pero, finalmente ¡lo lograste!
Ahora que muy seguramente ya no tienes 8 años, te hago la siguiente pregunta. ¿Cuál es tu objetivo por el cual te sientes ansioso de levantarte temprano cada mañana y entusiasmado por empezar el día?.......
¿Todavía no tienes una respuesta precisa?...
Entonces tenemos un gran problema. Estás viviendo la vida y dejando pasar el tiempo sin saber para qué vives. Es hora de sentarte un momento a solas y definir qué es lo que quieres y que te apasione. Así y solo así, podrás empezar ganando la primera batalla para alcanzar tus objetivos. La primera batalla es contra el colchón.
Ojalá y un día reciba un mensaje tuyo en mi cuenta de correo personal en donde me compartas que has ganado la primera batalla. =)
